Lectura recomendada: Sobre el amor y la muerte, Patrick Süskind

Eros y Tánatos, amor y muerte y las relaciones entre ellos son los elementos de este pequeño gran libro de unas 80 páginas. En él Patrick Süskind archiconocido autor alemán de El perfume reflexiona sobre estas dos constantes de nuestra vida humana primero por separado y finalmente sobre las relaciones que se establecen entre ellas estableciendo un curiosísimo y extraño paralelismo final entre el hermosísimo mito de Orfeo y Eurídice y la figura de Jesús de Nazaret.

El mayor valor del libro, que contiene ideas de desigual valor, a mi juicio, radica principalmente en su capacidad de escribir algunas reflexiones originales sobre temas tan profundamente tratados por la literatura de todos los tiempos como el amor y la muerte, cuestiones que acompañan al hombre a lo largo de su camino por la vida y a las que generalmente no prestamos una atención intelectual suficiente pensando que el amor es algo completamente inexplicable (quizá sea así...) sobre lo que no tiene sentido pararse a pensar demasiado y que la muerte es algo que conviene ignorar para poder llevar una vida feliz y apacible; sin embargo ambas cuestiones forman parte indeleble de nuestra naturaleza humana y es por ello que ensayos como el de Süskind tienen especial relevancia por recordarnos su presencia, su importancia y su dimensión intelectual y trascendente.

Sin intentar dar muchas pistas sobre el contenido en sí del ensayo, no puedo resistirme a comentar aquí la historia más curiosa y sobrecogedora que Süskind relata y que desconocía hasta ahora, la del gran escritor Heinrich von Kleist que llevó su amor hasta el extremo del suicidio ritual con su compañera. Ya al final de sus días intenta convencer a su prima María, que había sido su principal objeto de amor de que se suicide con él, pero ella se niega. Conoce después a Henriette Vogel, señora del tesorero del Rey, y se hacen íntimos. Ella sí acepta la propuesta suicida. Tras un feliz paseo por el lago Wannsee, Kleist dispara a su amante en el corazón y luego tras comprobar su muerte pasa a arrodillarse entre las piernas de la mujer y se dispara una bala en el cerebro a través de la boca... Unos días antes había escrito: "Mi vida, la más atrozmente llena de toda clase de tormentos que haya vivido un hombre, va a quedar compensada por la más dulce de las muertes". Sin duda una clara muestra del poder y de los excesos que el amor ha provocado a lo largo de la historia y un ejemplo de las relaciones, que también se analizan en este volumen, entre amor y muerte, Eros y Tanatos.

Carta de despedida

Este es ya el post 200 de este blog, quién hubiera pensado que después de más de dos años y medio seguiríamos compartiendo experiencias en este espacio virtual. Y para celebrarlo he escogido este precioso vídeo creado a partir de un texto de Gabriel García Márquez.



La autora del vídeo es mi vecina martier y ha llevado a cabo un extraordinario trabajo , al igual que con otros muchos de los vídeos que tiene colgados en su página de visita más que recomendable.

Sin duda, un precioso mensaje, aunque no sea mio, para celebrar los doscientos post, a ver si algún día me animo, saco tiempo y grabo algo en vídeo o en audio..., y también una buena forma de agradecer a todos los que de una forma u otra llegan hasta este pequeño rincón del ciberespacio que curiosamente el mes pasado registró su récord mensual de visitas desde su nacimiento con casi 1000 visitantes únicos, cifra que este mes vamos camino de igualar; así pues muchas gracias a todos y ojalá dentro de otro par de añitos podamos seguir festejando el post número 400...

Paciencia

La floresta, originally uploaded by AV4TAr.

Lo que no logres hoy, quizás mañana
lo lograrás, no es tiempo todavía
nunca en el breve termino de un día
madura el fruto ni la espiga grana.
No son jamás en la labor humana
vano el afán ni inútil la porfía:
el que con fe y valor lucha y confía
los mayores obstáculos allana.
Trabaja y persevera, que en el mundo
nada existe rebelde, ni infecundo
para el poder de Dios, o de la idea.
Hasta la estéril y deforme roca
es manantial cuando Moisés la toca
y estatua cuando Fidias la golpea

Manuel Sandoval