martes, abril 26, 2005

Never Never Never

Hace apenas una hora, mientras iba paseando por un parque cercano a mi casa me he encontrado con un amigo de la infancia y compañero de colegio, al que apenas veo, que iba paseando de la mano con su novia. Hasta ahí nada especialmente reseñable nos hemos saludado amistosamente y nada más, pero su mera visión me ha devuelto de nuevo a la mente el caso de otro de mis amigos.

Todos conocemos amigos o amigas que afirman que nunca se van a casar, que lo de mantener una única relación estable durante mucho tiempo es un rollo etc y todos, o casi todos, positivamente pensamos que es cosa de la edad y que muy probablemente cambiaran de pensamiento al llegar a la treintena etc etc. Pues bien este amigo que actualmente tiene 23 era de los que pensaba radicalmente eso hace apenas dos años.

Pues bien, hace apenas un par de semanas me he enterado por fuentes indirectas y por absoluta casualidad que se ha casado hace casi un año, lo último que sabia de él era que se habia comprado un piso con su novia, y que en el verano pasado ya sabía que iba a ser padre, probablemente ya lo sea a estas alturas ¡¡.

La capacidad de la mente femenina, y de lo que no es exlusivamente la mente, para subyugar la voluntad del 90% de los varones, el otro 10 % no es heterosexual, es algo increiblemente fastuoso, pero necesitaría mucho más espacio del aconsejable para un post en internet para tratar siquiera de analizar el fenomeno y las distintas graduaciones de imbecilidad masculina súbita. Pero es realmente impresionante que un chico pueda cambiar tan radicalmente de pensamiento en apenas dos años y que uno de sus mejores amigos, al que dejó prácticamente de ver al aparecer ELLA en su vida, se entere casi un año después de su boda (aunque a mi esto ni me ha parecido mal, ni me ha molestado, ni me ha sorprendido siquiera en comparación con el proceso global). Por buscarle un punto positivo a esto, la chica incluso le ha encontrado un buen, tal y como están hoy las cosas, trabajo.

Espero que sean, él y ella, inmensamente felices, deseo que espero transmitirle si le vuelvo a ver el pelo, no descarto la posibilidad de que se mude a Siberia ...

Esto me recuerda a aquellas palabras de Florentino cuando le preguntaron si el Real Madrid iba a fichar a Beckham: Never Never Never ¡¡¡

flashback: A. te vas a casar ?? Never Never Never.

Conclusión: Nunca digas nunca jamás. (y más aún si hay cosmos femeninos de por medio)