martes, octubre 31, 2006

Citas de "El Mundo de hoy" Ryszard Kapuściński

El mundo de hoy es el último ensayo publicado (y traducido al castellano) hasta la fecha de Ryszard Kapuściński. En él reflexiona sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el mundo como el 11-S o el 11-M y ofrece una especie de breve autobiografía acerca de lo mucho que ha vivido y sus reflexiones para comprender el mundo en el que vivimos. De este volumen muy interesante y de recomendada lectura he entresacado algunas citas e ideas que me han parecido interesantes:

- "Si entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú en un fanático".

- "En el Tercer Mundo, hay que tener una de estas dos cosas, o tiempo, o dinero. Es un principio férreo del oficio de reportero".

- "Confuncio ha dicho que como mejor se conoce el mundo es sin salir de casa. Y no le falta razón. No es imprescindible desplazarse en el espacio; también se puede viajar hacia el fondo del alma".

- Es muy interesante una idea que apunta Kapuściński ( sí, estoy copiando y pegando su nombre para no escribirlo, es realmente complicado y siempre me lio...) sobre el hecho de que debido a la evolución del hombre en grupos pequeños durante un amplio periodo de tiempo histórico, miles y miles de años, debido a la forma de vida cazadora recolectora existía solo una sensibilidad que conecta con un grupo limitado de personas. Esto comienza a transformarse en cierto modo en el siglo XIX con la aparición de la sensibilidad nacional y ahora en el siglo XXI parece surgir y es realmente importante que así aparezca una sensibilidad planetaria. Pero él escritor polaco apunta que el hombre común aún no es capaz de preocuparse de forma global por cuestiones como el hambre en la Tierra.

- Y por último una de las ideas que más me ha maravillado, por su gran poder condensador y evocador de la sociedad actual: <"Hoy sabemos que sería difícil encontrar una metáfora más falsa que la Macluhaniana aldea global. Pues en su esencia aldea significa proximidad física, familiar y emocional, calor humano e intimidad, copresencia y convivencia, compasión y comunión. No, no vivimos en una aldea global sino más bien en una metrópoli global, o más bien en una estación de ferrocarril o de metro global por la que pasa el enjambre de la "multitud solidaria" de David Riesman, formado por personas ajetreadas y con los nervios destrozados, indiferentes hacia otras, no desean una aproximación ni un acercamiento mutuo".