La guerra según Clint Eastwood
"Los heroes de Iwo Jima nunca deben ser olvidados" dice el trailer conjunto que se preparó para las dos películas con las que Clint Eastwood retrata la cruenta batalla por el islote japonés: Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima.
La primera de ellas nos acerca a la realidad del pueblo norteaméricano, de sus tropas y de la maquinaría y propaganda de guerra, mientras que la segunda, a mi juicio aún mucho mejor, rodada íntegramente en japonés nos ofrece la visión del agónico imperialismo nipón y de sus códigos de honor.
Pero muy por encima de estas dos visiones nacionales de la Segunda Guerra Mundial en el teatro de operaciones del Oceáno Pacífico Eastwood nos muestra la verdad de la guerra, de todas las guerras, las penurias, las muertes, el hambre, la victoria y la derrota, la lucha entre los ideales, la defensa de tu país y la libertad individual, la huida y el heroísmo como caras de una misma moneda que se manifiesta de múltiples formas allí donde el hombre se despoja de 5.000 años de civilización para volver a lo más primitivo e íntimo de su existencia. También se pude ver aunque brevemente en ambos filmes la amargura de la guerra en la retaguardia, la movilización de los soldados, las mujeres cuyas vidas se detienen en la eterna espera del regreso...
En definitiva, Eastwood nos da su propia visión de la guerra que marcó su infancia con una valentía y una libertad que solo pueden permitirse grandes mitos vivos del cine como él y configurando una obra maestra que hará que, por mucho tiempo, los héroes de Iwo Jima, aquellos que murieron en esa isla, sean recordados y que la verdadera faz de la guerra no sea fácilmente borrada de nuestras mentes que de no ser por ejercicios como éste, a través del gran cine y la literatura, difícilmente lograrían acercarse siquiera a la superficie de ese monstruoso fenómeno humano.
Etiquetas: Banderas de nuestros padres, Cartas desde Iwo Jima, Clint Eastwood, guerra, Iwo Jima
2 Comments:
Jesús, cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que fui al cine. Ya ni me acuerdo de cómo es una sala. ¿Será que cada vez nos gustan más las películas en versión original y menos las dobladas?
A mi también me pasa últimamente lo de la versión original, será como dice Boyero porque los dobladores son cada vez peores o simplemente nos hacemos mayores y raros.
Después de ver Babel, monumento a la interculturalidad y el plurilingüismo, uno se queda pensando como es posible que esa película se emita en España doblada... habrá que esperar al dvd o a que la pasen por el plus para poder verla en versión original y no perderse los matices sonoros de la historia que en determinadas películas, y este es un caso paradigmático, son parte imprecindible del conjunto sgnificativo y creativo.
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